El Primo Vasco o Euskaldune

Durante los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, el importante crecimiento de la industria en Euskadi tuvo una serie de consecuencias económicas, políticas y sociales que influyeron notablemente en la demografía del norte del país. Entre ellas, la aparición de una nueva especie: el Primo Vasco o Euskaldune.

El Primo Vasco es ese individuo nacido en Euskadi en el seno de familias integradas por los inmigrantes provenientes de las zonas más deprimidas que se marcharon de su tierra con la esperanza de conseguir un trabajo. Estas personas fueron los artífices del crecimiento económico del lugar, echaron raíces y se reprodujeron en los pueblos y barrios más cercanos a fábricas y puertos, que a su vez también crecieron para dar cabida a la masa creciente de trabajadores. Así, el Primo Vasco, nacido de padres castellanos en mayor medida, extremeños y cántabros, creció en lo que se gestaba como un relevante y pionero ejemplo de interculturalismo en el país, exterminados los judíos y los musulmanes cinco siglos atrás. El fenómeno del Primo Vasco no parece haber sido estudiado por demasiados sociólogos, ni tan siquiera por uno solo, por lo que espero llamar la atención de aquellos investigadores que se encuentren aburridos y deseen participar en un interesantísimo estudio. Sirva este post para dar algunas claves para centrar la investigación. A continuación, dejaré por escrito algunos apuntes sobre la especie:

1. El más esencial para diferenciar a los primos vascos de los que no lo son: La infalibilidad del Primo Vasco

El Primo Vasco nació con un saber omnipotente y omnipresente. Es decir, lo sabe todo de todo en todas partes. Lo mismo habla de lo más puntero en tecnología, como de las tradiciones populares ya sean de sus orígenes euskaldunes o de las tribus zulús. De filosofías orientales y de lo más in en Nueva Nueva York. De los habitantes de un país aunque no haya estado nunca. De la expansión del universo y de la Drakaea glyptodon u Orquídea Martillo. Controla de cualquier materia como digo. Jamás y cuando digo jamás, quiere decir nunca, se equivoca en nada. Aunque no tenga reconocida ninguna acreditación, oficial o no, que le faculte para afirmar esta o tal cosa. Ni tan siquiera, haberse leído ni un solo libro en su vida. El Primo Vasco sabe de todo porque sí, y nadie debe osar a ponérselo en duda porque nadie tiene razón cuando discute con un Primo Vasco. No os enfadéis, es así.

2. Medicina

Este punto se encuentra estrechamente vinculado con el anterior. En relación a lo explicado, el Primo Vasco es un auténtico especialista en salud. Conoce no solo la generalidad de enfermedades y sus síntomas, sino también todos los procedimientos médicos como pruebas, operaciones, medicamentos y recursos sanitarios, aunque en ningún momento haya pasado por ellos o alguien en su entorno cercano haya tenido que someterse a alguno de ellos. También domina las terapias alternativas y medicinas naturales. Además, no solo los mejores especialistas, hospitales y curanderos practican en Euskadi, sino que cuestan más porque ellos lo valen. Conclusión, si se paga más es por algo, aunque esta idea se puede aplicar en el resto de los ámbitos, no solo en el sector sanitario. Que tienes una enfermedad extremadamente rara que ningún médico ha podido diagnosticar y tienes un primo en Eibar: ¡Estás salvado! Si te sale una dermatitis y en la Seguridad Social no te dan cita con el dermatólogo hasta el año que viene, siempre viene bien un primo vasco que te resuelva el problema. Yo así lo hago.

3. La voz de los primos vascos es unos cuantos decibelios superior a la del resto del mundo. Es más aguda también, comprobadlo. Esto se debe principalmente a que su madre patria (el Hospital de Cruces o equivalente) se la otorgó para que su voz sobresaliera de la del resto del mundo para que no tuvieran problemas a la hora de compartir su enorme saber con el resto de la humanidad.

4. Euskadi es el mejor sitio del mundo para vivir. Es el más bonito, el que mejores recursos tiene, donde mejor se come y se vive, donde más cultura hay, donde pasan las cosas más importantes del mundo. Y donde vive la gente más guapa, más lista y más culta.

5. El Primo Vasco maneja con soltura importantes vocablos de la lengua euskaldune como agur, eskerrik asko y zorionak. De su boca no escucharás jamás un felicidades. A no ser que sea para traducírtelo por si no lo pillas. También zurito. El resto del idioma no lo ha aprendido durante su vida euskaldune . Sin embargo, se encuentra extremadamente orgulloso de una lengua que no sabe y de una condición de bilingüista que no forma parte de su ser.

6. De los dos puntos anteriores deriva el siguiente. El Primo Vasco es más nacionalista que Sabino Arana y sus seguidores. A papistas ni el Papa. Se ha integrado en la cultura vasca de tal forma que la ekurriña florece en cada poro de su ser y lo mismo se emociona con un aurresku bien bailado que con los bertsularis aunque no los entienda. Da igual, es un amante de las tradiciones vascas. Así te puedes encontrar en una boda entre hijos de inmigrantes castellanos y extremeños, por poner un ejemplo, una buena cantidad de primos vascos que miran embelesados las emotivas coreografías con las que los dantzaris obsequian, previo pago, a los asistentes mientras que el resto de invitados extracomunitarios hacen enormes esfuerzos para no caerse al suelo del sueño.

7. El Primo Vasco siempre viste con las mejores marcas, siempre visibles. De igual forma, come en los mejores restaurantes (Arzak y del palo) y consume bienes de la mejor calidad. Cuando viaja paga más pero es el que mejor equipado va, el que más ve, al que mejores hoteles va y al que se le presta una atención especial, que si en un primer momento no recibe, enseguida hará valer sus derechos. Las mejores casas, decoradas con mucho gusto y con los mejores materiales, diseñadores y comodidades. Lo mejor de lo mejor porque él lo vale, y así se lo muestra a los parientes menos favorecidos por su madre patria.

8. El Primo Vasco siempre paga. Oye, cómo no, pues. Que no está mal, a mí esto no me parece mal, porque pagar una ronda en la que consuman los primos vascos puede llevar a la ruina literal. Resulta un poco humillante a veces, pero es de esa clase de humillación que cuando miras la cartera te reconforta.

9. El Primo Vasco es un avanzado de pensamiento. Es super tolerante. Porque en Euskadi siempre han ido por delante en todo. El resto somos unos reaccionarios.

10. Los lugares más bonitos del mundo son la Concha de Donosti o la Ría de Bilbao y el Guggenheim, en función también del lugar de nacimiento de quien lo enuncie. Quizás me falten datos, pero creo que en Alava no se dan con la misma intensidad los primos vascos como en el resto de las provincias.

En mi familia, todos mis primos por una parte son vascos y por la otra, catalanes. Siendo estos últimos prácticamente unos desconocidos para mí, no han sido objeto de estudio en mi biografía. No se trata de que no tenga yo mis hipótesis, pero me falta una base documental y me resulta difícil discernir qué comportamientos y cuáles no son debidos a sus características como especie o como miembro de la familia. No obstante, de los primos vascos he acumulado un sinfín de información a lo largo de mi vida, lo que me faculta para lanzar esta teoría. Si bien es cierto, de joven tenía mis dudas. Pensaba yo, ingenua, que igual es que si todos actuaban de esta forma podía ser debido a que se tratara de un rasgo genético común a la generalidad de los primos y que posiblemente también me afectara a mí. Si todos eran así de gilipollas, sería porque era un factor común de la familia. Para mi alivio, he podido comprobar en primos vascos de otras familias, que se trata de un fenómeno sociológico y demográfico único. He visto los mismos comportamientos en otros especímenes ajenos, lo que me ha servido para dar consistencia a mis tesis.

Particularmente después de años intentando afrontar este hecho, he optado por desinstalarme a los primos propios, porque si somos realistas, se puede vivir sin primos. Biológicamente no son necesarios en absoluto. El tercer grado de consanguinidad no sirve para nada. Los primos no suelen, aunque seguro que hay excepciones, ser compatibles en materia de donación de órganos vitales. Por otro lado, a nivel laboral, no he encontrado en ningún convenio en el que te den días por muerte o enfermedad de primos. Económicamente, el primo es un numerador más en una suma de fracciones de diferentes denominadores. Hay una regla de tres directa: cuanto más grande y apetecible es un pastel, más problemas se enuncian para despejar las incógnitas. Incluso con mucha alteración del orden público. Pero no pasa nada, no son necesarias normas de orden moral y de protocolo, puesto que hay una amplia y completa legislación jurídica al respecto. Justa o injusta, da igual. No es necesario fingir que te llevas bien, porque a la jurisdicción competente se la pela cómo te lleves. Al final se llega a un denominador común se quiera o no se quiera. Del orden emotivo, eso ya es más personal y a cada uno le toca colocar a sus primos en la jerarquía que les corresponda. Como os digo, yo los he eliminado, sin mucho esfuerzo y sin mucha pena. Es muy fácil. Basta con no felicitar los cumpleaños (aunque, maldita sea, deben ser los únicos cumpleaños que no se me olvidan) y sobre todo no coger el teléfono cuando te felicitan a ti. Por ello, es importante no borrar los teléfonos. Debo reconocer que sí que me costó un poco, porque me sentía mal, pero una vez que lo haces una vez, ya te sale para siempre. La última vez que cogí el teléfono, me apunté una nota mental que ponía: nunca más. “Acabo de ir a ver un festival de cine de terror, ¿vosotros tenéis festivales de cine de terror? Nosotros sí”. Y como yo paso de la primera personal del plural si soy tercera y bastante singular, decidí que estaba en mi perfecto derecho de no volver a escuchar chorradas semejantes.

En cuanto a la sufrida agonía de atender los monólogos de saber, explicados en los puntos anteriores, he adoptado muchas posturas y estrategias al respecto. Enseguida descarté la discusión, porque contra la infalibilidad del Primo Vasco no se puede hacer nada y va en contra de la integridad de uno mismo, en concreto de la de los tímpanos. También probé lo de propiciar dudas razonables en los monólogos incontestables, con el objetivo de crear una paradoja espacio-temporal que provocase la autodestrucción del susodicho primo o si no era posible, el fin del mundo. Imposible también. Porque como he explicado en el punto 3, el volumen de la voz del Primo Vasco le incapacita para escuchar algo que no sean sus propias palabras, machacando las de los demás. Un fracaso. No lo hace queriendo, el pobre, va en su naturaleza.

En fin, espero que estos argumentos inciten la curiosidad de algún erudito en algo, que tenga ganas de perder el tiempo con tonterías. En realidad, creo que la especie del Primo Vasco, que no se da en todos los individuos que residen o han nacido allí que, vamos a ver, las generalizaciones son siempre un error. Es más, opino que se engloba dentro de un género más amplio. Es tan solo una subespecie dentro de la especie universal de los idiotas nacionalistas que se creen mejores y más importantes por un hecho tan circunstancial como haber nacido y vivido en un sitio o en otro.

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