Bien, vuelvo después de un tiempo, es que… ¿Sabéis? Es que he tenido que solucionar alguno de esos percances de los que hablé en Paquetes Integrales I… Aunque os digo que no he podido solucionarlos todos… En fin, no voy a entrar en detalles…
Como prometí, esta segunda parte de la saga de los paquetes es una especie de collage entre la Filosofía del paquete o Paquete Astronómico y Bricoconsejos para los Paquetes. Empecemos, pues, con las 15 enseñanzas que te pueden salvar la vida:
1. Los paquetes tienden a decantarse por el budismo o tendencias filosóficas espirituales
Ello es debido a que a lo largo de la vida se dan cuenta de la importancia de olvidarse del mundo material porque como ya lo hacen de serie, es mejor no darle prioridad. El materialismo y el paquete son dos conceptos antagónicos. Nunca poseas objetos, ni permitas que estos te posean, porque los vas a perder, olvidar o destrozar. O todo a la vez. Por otra parte, los paquetes suelen tener una rica vida interior. Que está muy bien y no se va a perder. Posiblemente sea tan rica que te aleje del mundo real. Y todo lo que pienses se diluya en un todo del que no te puedas acordar después o que sea difícil comentar. Imaginación y espiritualidad como mecanismo de defensa. Acostúmbrate a tener monólogos o diálogos contigo mismo sobre lo que te ronda por la cabeza… En ocasiones, es mejor no sacarlos al exterior porque la gente, paquete o no, puede que no te entienda y te mire raro. ¡Precaución! Cuidado con los diálogos interiores que se te pueden ir de las manos y derivar en una enfermedad.
2. Cuida las propiedades e hijos ajenos no como si fueran tuyos porque eso te conducirá al desastre
Y cuando te pasa una de las tuyas con algo que no es tuyo es un drama. Estate preparado para pedir disculpas y buscar una solución. Mejor lo segundo antes que lo primero. Pero intenta que no pase. ¡Inténtalo! A veces ocurre y no sabes ni cómo. Qué decir, que lo siento. De verás, lo siento.
3. Guarda cada cada cierto tiempo aquello con lo que estás trabajando cuando estés con el ordenador
Cuando estés con el ordenador, está bien que tengas la sana costumbre de guardar. Sea lo que sea. Se supone que hay funciones de auto-recuperación, pero ¿os digo algo que seguro que ya sabéis?: no siempre funcionan. En la misma línea, procura guardar de vez en cuando los documentos y archivos que consideras importantes de tu ordenador. Por lo que pueda pasar, que siempre pasa, por cierto. Hazlo en varios formatos y métodos. ¡Viva la copia de seguridad! Has de saber que luego enloquecerás porque no te acordarás de dónde lo guardaste y cómo. Y, finalmente, el resultado será el mismo. Pero te tranquilizarás en el momento de hacer la copia. Y ese instante de felicidad no tiene precio. Otro apunte: la tecnología se inventó al servicio del ser humano, no del Paquete. No desesperes. Ni con Blogger siquiera. Por mucho que se cuelgue o que te cambie formatos y márgenes y ponga lo que le dé la gana. No desesperes. Piensa en WordPress. Las máquinas suelen ponerse en tu contra. No desesperes. Tú eres una persona. Eso siempre será mejor que ser una máquina. Aunque no lo parezca.
4. Memoriza el teléfono de familiares y amistades eficientes
Aquellos que te pueden sacar de un aprieto rápidamente y a los que no tengas que dar explicaciones muy largas. Esa gente que te quiere y te conoce y que te va a comprender por encima de todo. Que no te echarán un sermón cuando les cuentes la nueva historia increíble. Bueno, quizás te digan algo como “¡Qué paquete eres! ¿Otra vez?” Acepta estos comentarios sin rechistar, por mucho que te molesten. Es muy conveniente saberse los números de esas personas, porque no siempre vas a tener el móvil contigo. Lo sabes. Y también es imprescindible que no tengas que dar demasiadas explicaciones porque es posible que no tengas tu teléfono ni (suficiente) tiempo y/o dinero para hacer una llamada larga. Quizás necesites una ayuda muy específica de algún amigo (o amigo de un amigo) especialista en el ámbito de tu extraño problema. Resulta muy eficaz aprenderse el teléfono de un amigo o familiar generador de teléfonos. Rápido. Internet puede ayudarte, pero por mucho que nos pese, Internet no llega a todos los rincones del mundo, civilizado o no. También hay que tener en cuenta que todavía no ha evolucionado tanto como para superar al teléfono en situaciones de urgencia. También es aconsejable conocer horarios y recursos de las personas a las que puedes llamar, por aquello de seleccionar bien si solo puedes hacer una llamada o es extremadamente urgente.
5.Seguros
No hay nada peor que estar comprando algo y te pregunten: «-¿Desea añadir un seguro de cancelación, de imprevistos o de asistencia en caso de caída de un meteorito por 1 euro?» No lo dudes, cógelo. ¡Cógelo! Si no lo coges la desgracia caerá sobre ti. Seguro. (Ponte un coste máximo, por ejemplo de 20 euros en función del precio del objeto o servicio, que tampoco es plan de regalarles dinero a las aseguradoras). Para viajes, ver el punto 6 e.
6. Viajes
Un amplio tema. Lo dividiré por apartados.
a. Si te quedas sin dinero y sin tarjeta: Western Union + Teléfono de familiar o amigo.
b. Lo más importante que llevas es:
1. Pasaporte o DNI, pero sobre todo pasaporte si no quieres tener que verte en embajadas.
2. Billete, si lo tienes.
3. Dinero y tarjetas de crédito. Asegúrate de que lo llevas.
Si ya has sufrido algún percance con cualquiera de estos ítems, sabes de lo que hablo. Probablemente, te habrás convertido en un obsesivo compulsivo. Como yo. Que chequeo cada 5 minutos estas valiosas pertenencias. Lo que suele ir en mi contra porque puede ocurrir que en estos controles histéricos se pierdan. Otro sistema que también tiene fallos pero que sigo utilizando es duplicar y separar el almacenamiento. Pasaporte por un lado, dinero en cartera y en otro sitio, tarjeta. Algunos de mis compañeros de viaje ya me han lanzado alguna duda razonable sobre este método, he incluso yo misma tengo mis razones para dudar de su eficacia, muy relacionadas con la angustia de haberte olvidado de dónde las pusiste y perderlas o creer que las has perdido y tener que buscarlas todas otra vez cuando el tiempo apremia, desbaratando un bolso, maleta o mochila. A pesar de este estrés autoprovocado, lo sigo haciendo como digo, porque ya he comprobado su eficacia con muy buenas estadísticas en caso de pérdida o robo.
Nota 1: Si viajas con gente, intenta realizar estos controles de forma un tanto discreta, porque parecerás un loco obsesivo. Queda raro.
Nota 2: Existen unos pequeños bolsillos interiores que se llevan debajo de la ropa. Se supone que son finos. Los he probado, solo una vez y sinceramente, no me gustan. Tienen muchas pegas, en mi humilde opinión de Paquete y me resultan un poco… No me gusta desconfiar de la gente, solo de mí misma y además, dan mucho calor.
c. Las otras pertenencias: vigílalas
El ranking de objetos preciados y de valor sentimental le corresponde a cada uno. Ponlos detrás de los objetos del punto anterior en el sistema de control. No exageres puesto que resulta agotador. Si está de perderse, se perderá, no hay nada que puedas hacer para evitarlo. No lleves muchos bolsos o mochilas, ni grandes tamaños. A pesar de este consejo, soy conocida por mis equipajes imposibles. Que si juego de doble mochila, doble bolso, bolsas y cacharros a cada mano, maletas grandes más mochilas más bolso… Un sinfín de complicadas normas de organización. En fin, intentad ser prácticos, no hagáis como yo. Facilita mucho la pesada tarea de no perder cosas. Resumiendo, facilita la vida.
d.Horarios:
Sabes que vas a perder algún medio de transporte. Asúmelo. Un plan B nunca está de más. Cuidado cuando corras, en especial si llevas bultos. Fijo que acabas corriendo. Repito: precaución. Puedes empeorar la situación. Como sé que la precaución nunca es suficiente, calienta tus tobillos e intenta controlar lo que ocurre a tu alrededor. Observa en todo momento. Es imposible, pero inténtalo, incluso en situaciones normales, en las que no te encuentres bajo presión. Y las carreteras. Y tus pertenencias (ver apartado b). Y cuando hayas perdido el transporte en cuestión: Resignación+Plan B (+Teléfono) (+ punto a).
e.Particularmente, soy una obsesiva de los seguros médicoa
Esos de asistencia en viaje. Y ocurre lo que suele ocurrir con un seguro. Que cuando lo tienes no pasa nada, pero cuando eliges no tenerlo, te arrepientes. Con los años, me he vuelto muy sistemática con lo de los seguros médicos. Los hago siempre. Porque durante mi juventud insegura, he aprendido lo que pasa cuando no tienes seguro. Además, cada vez que salgo fuera, piso una farmacia por lo menos. Siempre. Y eso que llevo un botiquín superpreparado, y muy pesado también, con todo el material sanitario que he ido acumulando con el paso de los años. Da igual, siempre ocurre algo para lo que no estaba preparada. Para ese exceso en el presupuesto, el seguro es una solución. Cuando viajo con gente, no lo entienden. Me miran como si fuera una hipocondríaca compulsiva, y luego cuando me acompañan a la farmacia suspiran. Aunque si necesitan un ibuprofeno, un suero fisiológico, un parche cicatrizante o una inyección de adrenalina saben a quién pedírsela. Por otro lado, los seguros de viaje cada vez son más completos. Vamos que cubren más aspectos que la asistencia sanitaria. Siguen siendo una estafa y un gasto extra, pero cuando te pasan cosas, te alegras de haberlos contratado, porque fuera de casa, los percances salen más caros. Eso sí, tendrás que pelearlos. Teleoperadores y oficinas. Y claro, franquicias y la horrible tarea de guardar resguardos, facturas y entregarlas.
f. Disfruta pese a los contratiempos
Hacen el viaje más interesante. Te llevan a conocer más gente o comisarías y farmacias y/o hospitales. Estaciones de trenes y autobuses, aeropuertos. Te introducen más en la cultura y ¿por qué no? Aprendes. Cosas que no sabías, palabras en otro idioma, canciones, sobrevivir… Todo lo que te pase se convertirá en una entrañable anécdota cuando lo hayas superado.
7. Maneja los objetos hirviendo o ardiendo o simplemente que hayan sufrido un proceso de cocción a altas temperaturas, como si fueran uranio
Todos sabemos que es imposible mantener medidas de seguridad de nivel 1 las 24 horas en tu vida cotidiana. Por ello, es importante que sepas que ante quemaduras lo primero que tienes que hacer es agua fría en torrente y correr al médico si la cosa se pone fea, es decir, tu piel se convierte en una ampolla de dimensiones globosféricas. Esa leyenda de que la pasta de dientes es buenísima para las quemaduras es una mentira peligrosa. Nunca está de más una plantita de aloe vera para quemaduras ligeras y alguna crema antibiótica. Cocinas y chimeneas son peligrosas, tenlo en cuenta. Puedes vivir con ello, pero ten cuidado. Y así, en general: libro, música, videojuegos o lo que sea para ir a Urgencias. Pasarás tiempo allí. Especial atención a ojos y otros tejidos blandos de tu organismo. Son muy sensibles. Extrema los cuidados de manos y pies. No te conviertas en tu peor enemigo. Atención con las redes eléctricas, en especial enchufes y generadores.
8. Acostúmbrate a dejar las llaves en el mismo sitio.
9. Cultiva tu memoria.
Precisamente porque te falla, tienes que cuidarla más que a nada en tu vida. Es cierto que se te olvidan las cosas. Pero también te acuerdas de otras que el común de la gente que no es paquete no recuerda. Eso va en tu favor, sobre todo a la hora de acordarte de acontecimientos, administraciones o recursos varios. O fechas… O frases de libros o teleseries. O afluentes del Amazonas. O satélites de Júpiter. Cualquier dato estúpido que almacene tu memoria puede ayudarte. Come nueces.
10. Si los zapatos te quedan pequeños. No lo fuerces. Te arrepentirás
Por muy bonitos que sean. O por muy baratos que te salieran. De verdad que te arrepentirás. Lo de hacerlos ceder no funciona, en serio. Ni darles martillazos, ni echarles Nivea. No, no, no. En serio, no. Si son grandes, puede haber una solución al problema, pero ten en cuenta que quizás sea una manera de buscarte una caída. Eres el dueño de tus actos, actúa por tu cuenta y riesgo. Lo mismo para otras prendas o utensilios.
11. Cuida a los paquetes de tu entorno
Son de tu misma especie. Quiérelos como ellos te quieren a ti.
12. Una buena forma física es conveniente para un paquete
Camina a diario, haz ejercicio. Cuida tu cuerpo y tus articulaciones. Es bueno que sean resistentes.
13. Pensamiento alternativo
Generar soluciones rápidamente. Acude a tu experiencia y sé original.La imaginación al poder. Y la capacidad de decisión.Normalmente, a un paquete le cuesta decidir. Sufre un millón de debates internos que no le llevan a nada. Supéralos. La vida es más fácil.
14. Lleva al día tus fechas
A mí se me da fatal tener una agenda, lo que se conoce como agenda. Con sus fechas y sus cosas. Incluso, lo de las alarmas en móviles, ordenadores y demás, tampoco me gustan. Encima de Paquete, hippy liberal. Suelo llevar una libreta en la que apunto sin tener ninguna clase de orden de páginas cualquier dato del que debería acordarme, plannings o cualquier detalle importante. No porque lo vaya a mirar que no lo hago, sino porque cuando escribo algo a mano, me acuerdo de ello. Puede parece un sistema de funcionamiento muy malo, pero a mí me vale. Este mes no apunté un dato y se me olvidó, y era importante. Bueno, esa es la excusa que me pongo, como no lo apunte… Reconozco que a veces falla.
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Para finalizar, me gustaría añadir que, aprovechando que estás preparado para que te ocurran hechos insólitos, tampoco les des una importancia exagerada cuando ocurran. Relájate, acéptalos y piensa en una solución si es que la hay. Si no, pues a otra cosa… ¿Qué le vamos a hacer? Meditación y relajación. Y sonríe. La sonrisa te ayudará. A ganar apoyos y a ti como persona. Aprende a reírte de ti mismo. Es mejor reír que llorar.
Podríamos seguir con más cuestiones relevantes a tratar en el tema de los Paquetes como ¿El Paquete nace o se hace? O Grandes Paquetes de la Historia, La Figura del Paquete en el Cine y la Literatura o El Paquete en Nuestra Sociedad: ¿amado o repudiado? Sin embargo, podría llegar a agotar el tema y la paciencia de todos y quizás resulte extender demasiado esta tesis. Nunca debieron existir un Padrino III o un Crepúsculo III (ni I) ni tantas otras terceras partes… ¿Existe una tercera parte de Resacón en las Vegas? Cerramos el tema. Aunque quién sabe, puede que vuelva a recurrir al tema para intentar forrarme. De momento quiero dedicarme a proyectos más personales y motivadores como el análisis del asco y la astronomía zoológica así que abandono a los Paquetes aunque formen parte de mi ser.
¡Suerte compañeros!
Bravo! Lo tendré a mano, siempre.